Nos tomamos una copa de vino con Ernesto Roselló, en uno de tantos espacios interiores de la bodega abiertos al paisaje. Estamos en la zona de descanso de las oficinas, un lugar que él mismo pensó, diseñó y dibujó. Mientras preparamos la entrevista, hablamos de manera informal sobre vinos y sobre arquitectura. Aparte de cuestiones de planificación, reglamentaciones, procedimientos de edificación, etc. Ernesto pone en valor la función social del arquitecto, las relaciones entre las personas y las creaciones arquitectónicas. Reivindica una arquitectura a escala humana. Conversamos con uno de los máximos responsables de la construcción de la nueva bodega de Los Arráez. Acompañados de unas buenas y generosas copas de vino, de un techno vino, concretamente, el HU-HA de Chimo Bayo.
En primer lugar, háblanos de ti… ¿por qué te dedicaste a la arquitectura?
Porque es una disciplina apasionante. El hecho de que tus ideas se puedan convertir en realidad y ver cómo son habitadas y son disfrutadas por las personas, es una sensación única.
Después de tu paso por la Universitat Politècnica de València… ¿cómo fueron tus inicios en el mundo laboral?
Mis inicios fueron en el año 1997. Cuando empecé a proyectar, básicamente me dedicaba a edificación residencial… pero pronto me di cuenta de que la realidad de la profesión no tenía nada que ver con lo que había estudiado en la Escuela de Arquitectura. Aunque realmente nunca terminas de formarte, porque la tecnología y la renovación de las normativas te permiten estar al día, es una formación continua que nunca se acaba.
La arquitectura no sólo es construcción, es una forma de creación… ¿dónde buscas tu inspiración? ¿Cuáles son tus referentes?
Normalmente me inspiro en casa cuando estoy solo, y después traslado la idea al despacho, donde, entre todos, la vamos mejorando. Pero la idea inicial, siempre surge de un momento en soledad, de pausa, de tranquilidad. Por otro lado, mi referente es el Movimiento Moderno o Racionalismo, ese es el ideal, aunque hoy en día tenemos tanta normativa que cumplir, que al final tu diseño se ve condicionado y terminas modificando esos conceptos teóricos, a la hora de edificar.
Me gustaría preguntarte por la relación de tu arquitectura con el arte, con el diseño y con la funcionalidad de los espacios. Parece algo evidente observando la bodega, pero me gustaría que lo explicaras con más profundidad.
La arquitectura en si ya es un arte, pero como ya te he comentado, estamos tan condicionados por las normativas, las exigencias del cliente, la economía, los presupuestos, etc. que es difícil, que aparezca un encargo como éste, en el que puedas conjugar todos los factores y obtener un edificio bello, funcional, armónico y equilibrado. Primero nos planteamos las necesidades exigidas por la propia actividad de la bodega, después fuimos diseñando los espacios y los volúmenes, de manera que acabamos construyendo un edificio desde diferentes puntos de vista, hasta que llegamos a un destino común. Y sí, creo que cuando consigues mantener el equilibrio entre todas estas perspectivas, el resultado podría considerarse una auténtica obra de arte.
¿Qué es lo que define la buena arquitectura, la funcionalidad…?
Para mí la funcionalidad es lo primordial… Cuántos edificios vemos que son espectaculares pero que después no funcionan y acaban no sirviendo casi para nada. Por tanto, pienso que desde la funcionalidad debemos obtener la forma y el diseño del edificio.
Tu arquitectura es una arquitectura espacial… forma, espacio… ¿hay posibilidad de un equilibrio entre estos dos conceptos?
Sí, claro, tiene que existir el equilibrio, siempre partes de una idea espacial concreta, pero después la tienes que convertir en una forma determinada, según qué condiciones o qué normativas legales tengas que cumplir, pero lo ideal es no desvirtuar tu idea del espacio.
La estructura es algo fundamental en los proyectos arquitectónicos e incide en el resultado final de la edificación…
Aunque la estructura es la parte más importante del edificio (sinó no se podrían construir), según en qué tipo de edificios puede tener una mayor o menor importancia. En el caso del que nos ocupa, la estructura era tan importante, tan espectacular al mismo tiempo, que no queríamos esconderla. Proyectamos que el diseño de la misma formara parte del diseño de la propia bodega, por eso la dejamos exenta, visible, en espacios tan singulares como en la gran sala de elaboración o en la de barricas.
Y a nivel técnico…
Las estructuras han evolucionado mucho, con los nuevos materiales y las nuevas tecnologías, lo cual nos permite conseguir luces muy grandes para espacios singulares concretos.
Cuando vas a proyectar… ¿sigues alguna metodología?
Como te he comentado antes, en cada proyecto partes de un solar y de unas condiciones diferentes. Pero sí, primero imagino el volumen que necesito y después lo intento adaptar a las condiciones urbanísticas, técnicas, etc. de cada proyecto.
Volvamos a la bodega… Hablamos un poco de las características del proyecto, de la eficiencia de la construcción y de su funcionalidad.
El proyecto en sí es una mezcla de un edificio funcional, integrado en un entorno paisajístico rural, y eficiente a la vez. Necesitábamos un edificio que, por encima de todo, fuera funcional, no olvidemos que es una bodega, en la cual los espacios industriales tienen que ser prácticos, y que al final, también va a ser el centro de trabajo para muchas personas. Pero al mismo tiempo, a estos espacios, les añadimos unas características que podríamos considerar intangibles, como son las vistas, la iluminación natural, el confort, que la convierten en una bodega diferente. Buscábamos también que fuera un edificio eficiente energéticamente y que aprovechara al máximo los recursos naturales, como son el sol, el agua y la tierra. Por ejemplo, para controlar la temperatura interior, una parte de la bodega está enterrada, así conseguimos unas condiciones óptimas para el envejecimiento del vino, de manera natural, y sin necesidad de acudir a los equipos de refrigeración.
Todas las estancias habitables del edificio disponen de mucha luz exterior, no necesitan iluminación artificial. Además, en la cubierta, dispusimos unas placas fotovoltaicas que producen la mayor parte de la energía eléctrica que necesita la bodega para su funcionamiento, y la obtenemos de manera natural.
Respecto a la utilización de agua para el riego, también dispusimos de unos aljibes que recogen toda el agua de lluvia, tanto de la misma cubierta como de la explanada. Después las aguas son impulsadas a una depuradora con filtro verde, para finalmente almacenarse en otro aljibe, desde donde se bombea para regar toda la viña y los jardines mediterráneos que rodean la bodega.
¿Qué supone para un arquitecto la propuesta de un proyecto como éste?
Supone el sueño de tu carrera profesional, el premio a muchos años de esfuerzo y, al mismo tiempo, es una gran responsabilidad. Pero espero que no sea el techo de mi carrera, sino el principio de nuevos retos.
Cuando Toni Arráez te habla por primera vez de este proyecto… ¿cuáles fueron tus sensaciones… ¿qué fue lo primero que se te pasó por la cabeza?
Recuerdo aquella mañana, hablábamos de una bodega de 2000 m2, que inicialmente quería ubicarla en el polígono industrial, pero nunca imaginaba el edificio que acabó siendo, sino más bien en una nave almacén. No era consciente de lo que me acababa de proponer, ni creo que, en un principio, tampoco él…
Cuéntanos alguna anécdota del proceso…
Bueno más que anécdotas, ha habido muchas situaciones límite. Como, por ejemplo, todos los plazos y los requisitos administrativos que teníamos que presentar y que siempre acabábamos cumpliendo. La inundación provocada por la DANA del 2019, y muchos otros… Pero, sin lugar a dudas, el momento clave de verdad, fue la noche del 30 de abril de 2019 a las 23:40, cuando firmamos en la notaria el préstamo que nos iba a permitir financiar la bodega, y poder construirla de verdad. Fue una noche de locura para todos, pero al final todo salió bien, y como dijo Toni, nos sobraron 20 minutos…
Define en tres palabras la nueva bodega.
Vistas, luz e integración.
Supongo que durante todo este tiempo te habrá dado tiempo de probar todos los vinos de Bodegas Arráez… ¿cuál nos recomendarías?
Aunque los he ido probando todos… y todos son vinos de excelente calidad… digamos que el vino que más me marcó durante la construcción de la bodega fue el HU-HA. Porque apareció en plena obra y fue un bombazo mediático, un desafío a todos los niveles. La bodega también era un desafío para mi… tenía una botella de HU-HA en el despacho, como motivación.
Además nos queda pendiente una gran fiesta de la inauguración oficial con Chimo Bayo de DJ, en la sala de barricas…